
Por La Noche
Mundo desconocido
13 de enero de 2014
En casa durmiendo y de repente nos siguen en la oscuridad. Te quieren a vos, a tu par. Yo puedo defenderte, tengo el poder de hacerlo, pero tu miedo a perderme te pone en medio. Entonces huimos.
Llegamos a una feria, un pueblo de mucho color y felicidad. Por un momento esa felicidad me invade y caigo en paz. Una paz que no nos deja ver la tormenta que se viene. Todo el mundo corre y entre el caos pierdo tu mano. Busco tu mirada, pero solo gente desesperada corre delante de mí. Y a lo lejos, en medio de la tormenta lo veo, trae la oscuridad. Clava sus ojos en los míos, quiere tu par.
Te busco desesperada no puedo dejarte solo, no con ellos allí, pero me rodean. Tengo que huir. Corro, miro atrás y sigo corriendo, los pierdo y comienzo a buscarte. Mi corazón se vuelve loco, necesito verte, necesito saber que estas bien. Caminando por el bosque que parece no tener fin, siento una mano, es demasiado fría para ser la tuya. Tu energía es un cosquillo de un fuego intenso, que arde mi interior. El de esta mano es apenas un soplo cálido. La miro, una niña. Me mira, y solo con esos hermosos y gigantescos ojos negros le entiendo. Ella sabe dónde estás y me quiere guiar hacia ti. Le tomo la mano fuerte y la sigo ciega del destino.
Te encuentro en un refugio, lleno de criaturas como aquella niña. Lloro al verte bien, la desesperación ya no me apresa. Pero no entiendo, ¿cómo es posible que llegaras allí tan rápido?, ¿Por qué soltaste mi mano?, ¿Por qué no llevarme contigo? –Tenía que estar a salvo.- fue toda tu respuesta. Algo es diferente, eres diferente. Ahora te pareces más a las criaturas de ese lugar, algo oscuro apaga tu luz.
Ahora sé que te perdí. Mi pecho se estrecha y mis lágrimas amargas fluyen, el dolor no me deja pensar. Supongo que esta es la desilusión.
Yo corrí, corrí en medio del tornado y relámpagos, corrí en medio de ellos que quieren tu par, para buscarte, para no dejarte solo. Y tú “tenías que estar a salvo”. No lo entiendo, así que me voy, llorando sola, incompleta. Traicionada. Estábamos juntos en esto, en todo. Y ya apenas con fuerzas para nada, me encuentran. No pongo resistencia, no tengo fuerzas para eso, cualquier cosa que me hagan ya no importa. Me dicen que les diga donde estas, me quieren engañar diciendo que te lo mereces. Pero no es así, no puedo hacerlo. Me escapo y corro, me siguen pero no llegan a alcanzarme, son lentos. No tengo rumbo, corro a ciegas, pero opuesto de donde tu estas. Me los llevo conmigo, así podrás estar a salvo.